¡Hola a todos!
Soy Lu Godas, Responsable de Producto Cruceros de Aero y vengo a contarles sobre dos experiencias en Costa Cruceros: Mi viaje junto a Ale Perrotta de Ventas y el de mis compañeros Laucha de Promoción y Martín de Operaciones.
Tuvimos la suerte de vivir dos experiencias a bordo del Costa Favolosa. La primera fue en diciembre y la segunda, en marzo. Dos viajes que compartieron ruta —Buenos Aires, Montevideo y Punta del Este—, pero que se vivieron de forma única!
En la primera salida, del 17 al 20 de diciembre, viajé junto a Ale Perrotta, y acompañamos a un grupo de 22 agencias. Desde el desayuno de bienvenida y el site en Almarena Puerto Retiro, supimos que íbamos a vivir algo especial. El embarque fue fluido y, una vez arriba, comenzó la verdadera experiencia: recorrer el barco, conocer los servicios, disfrutar de la comida y entender cómo se vive un crucero desde adentro.
Uno de los momentos más destacados fue la excursión en Montevideo, organizada por DCOM, que nos permitió reconectar con la ciudad desde una mirada distinta; sabiendo que el barco nos esperaba para seguir disfrutando.
En marzo, del 26 al 29, se embarcaron Laucha y Martín, con un grupo más reducido de 8 agencias. Cada noche cenaron en el restaurante Duca di Borgogna, con un menú de pasos que incluyó entrada, plato principal y postre. La propuesta gastronómica fue destacada por todos: platos gourmet, bien presentados, abundantes y pensados para sorprender. Viajaron con el paquete My Drinks, que incluye bebidas ilimitadas, lo que hizo más distendidos y alegres los momentos compartidos.
Ambas travesías nos dejaron una misma impresión: el crucero es una forma ideal de viajar si lo que se busca es comodidad, variedad y diversión en un solo lugar. La gran ventaja es que no hay que preocuparse por traslados, reservas o cambios de hotel. Se desarma la valija una sola vez y, desde ahí, solo queda disfrutar. El alojamiento, la gastronomía, el entretenimiento y el descanso conviven en un mismo espacio, con propuestas para todas las edades y estilos de viajero.
Durante el día, el barco ofrece opciones de entretenimiento constantes: actividades para niños como pintura, lectura y juegos en grupo; pileta con toboganes; canchas de básquet y fútbol; y para los más grandes, spa, gimnasio, bares abiertos desde la mañana hasta la madrugada, shows en el teatro desde las 19:30 y fiestas temáticas de noche en el lobby o en la discoteca.
Los horarios para bajar a tierra están muy bien organizados. En Montevideo se desciende directamente en el puerto, con excursiones disponibles desde ese mismo punto. En Punta del Este se accede en lanchas que tardan unos 15 minutos hasta la costa. El tiempo en destino va de 8 de la mañana a 17 horas, lo que permite recorrer sin apuros.
En cuanto a la gastronomía en general, hay una gran variedad de propuestas para desayuno, almuerzo, merienda y cena. Desde buffets más informales hasta restaurantes de categoría, con platos para todos los gustos. Eso sí, es importante tener en cuenta que, a diferencia de algunos hoteles del Caribe, acá no todo está disponible las 24 horas: las comidas tienen horarios definidos, y la cena se realiza en dos turnos, a las 20 o a las 22.
Como recomendación para quienes piensan ofrecer esta experiencia, lo más importante es conocer bien el perfil del pasajero. Saber qué busca, qué tipo de viaje quiere hacer y cuál es su presupuesto. Este producto es ideal para familias, parejas o grupos de amigos que quieren disfrutar, descansar, comer bien y conocer nuevos lugares sin complicarse con la logística.
Agradecemos a Costa Cruceros, DCOM y Almarena Puerto Retiro por habernos permitido vivir estas dos experiencias únicas. Cada una, a su manera, nos mostró todo lo que este tipo de viaje puede ofrecer.